«Conocemos al otro por medio de nosotros, pero también a nosotros por medio del otro» (T. Todorov)
La ansiedad y la velocidad de la vida, han creado en la sociedad la necesidad de realizar y hacer todo sin detenerse al simple hecho de reflexionar, en las situaciones de esta misma. En esta presión social, como personas (inconscientes) nos hemos encargado de incluir uno de los sentimientos más importantes del ser humano, “el amor”, dentro de este círculo vicioso. (Claro, que con el simple hecho de que “el amor” sea dimensionado dentro este aspecto cotidiano y moderno, ya no se le conocería como amor). Por ende, hoy en día se pueden evidenciar los sufrimientos, las desilusiones o los fracasos amorosos; siendo una de sus tantas razones, el no conocer bien al otro.
No obstante, no se refiere en la totalidad del caso a que el hecho amoroso se encierre en esta dimensión no benéfica para el ser humano, y por ello en el desarrollo del ensayo se plasmará la realidad y la necesidad de aprender cómo es la persona con la cual se convive.
Una clara evidencia de esta incoherencia, se da a conocer en el cuento “El Reencuentro” de Rosa Montero, donde la ruptura amorosa se muestra como consecuencia de la falta de conocer realmente a su pareja y de emplear el dialogo como recurso. Con esta falencia, igualmente, empieza a jugar un papel importante la caracterización que la sociedad ha centrado a las relaciones amorosas, fundamentándolas en la vida intima. “… los primeros seis meses de su relación habían sido un incendio (1). No en el terreno de la complicidad verbal: ahí nunca brillaron. (2)”
Los personajes plasmaban encontrar una relación en plenitud afectuosa, pero que en realidad se fue desdibujando por la incapacidad de compartir con el otro en un espacio diferente al de la intimidad. Además en este contexto narrativo, influyeron con gran importancia el tiempo y la distancia, calmando el apogeo de la relación y dando paso a la reflexión personal y reconstrucción de sus ideales con respecto a si mismo y al otro con el cual compartían.
Bajo esta condición, el fuerte lazo de atracción que se encuentra en las parejas modernas viene a ser segregado, siendo una de las graves causas de desdicha, por decirlo de esta forma, en la humanidad. El mismo ser crea para sí tristezas innecesarias.
Si bien, para continuar, es de resaltar el siguiente apartado del cuento “…pero después el mundo siguió girando y se perdieron...”, dando hincapié a la individualidad humana, donde la persona pierde su función de ser social y participativo de una u otra forma, y en diferentes entornos (3). Con ello se continuaría abriendo espacio a las problemáticas de interacción social, perdiendo su conexión física con la persona que se pretende compartir la vida. Realmente se hace necesario aprender a comunicarse, con el fin de evitar las disensiones y siempre trabajar en pro de “la felicidad”.
Así pues, como seres humanos debemos interactuar y relacionarnos, no encerrándonos en sí mismo, ni tampoco llegar al extremo de la liberación, sino buscar un equilibrio en la forma de actuar, claro adecuándose a la personalidad. Poder ofrecer un buen inicio a la relación con cariño y aprecio, una continua comunicación para su buen desenvolvimiento y tomando el tiempo necesario para disfrutar cada momento.
(1) Montero, Rosa. El reencuentro, Alfaguara 1998. Dando referencia a los momentos personales.
(2) Montero, Rosa. El reencuentro, Alfaguara 1998. Pág. 80
(3)Aristóteles. La Política; ya que el filosofo griego plantea que el ser humano necesita de una comunidad o polis para desenvolverse, ya que es necesario para tales casos como el lenguaje.
Karen Lorena Parra Caballero 2010238046
Revisar la redacción en frases como "dando hincapié", "evitar las disensiones" y "los personajes plasmaban...". Intentar salirse de la primera persona al final del escrito, dejando un poco más a la propia interpretación del lector.
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