5 de septiembre de 2011

AMOR Y ODIO INGREDIENTES ACTIVOS DEL UNIVERSO HUMANO

Homo homini lupus
Thomas hobbes

El corazón del hombre ha estado, a través de la historia, inmerso en infinidad de sentimientos que hasta la fecha, no han tenido ninguna mutación, sino por el contrario han permanecido arraigados a la historia, los celos, el odio, la envidia, el amor, el deseo, la pasión, entre otros; han sido los protagonistas de una novela histórica cuyo fin o inicio aún lo esperamos, pero que sus manifestaciones han sido plasmadas en diversas corrientes artísticas como la literatura, la pintura, la arquitectura, y la escultura.

Aunque existe algo que nos diferencia entre seres humanos, igualmente existe algo que nos identifica y es este punto el que pretendo abarcar en este escrito, al plantear mi consideración acerca de los sentimientos, y específicamente, en el amor y el odio como aquellos factores que nos asemejan y nos hacen converger a un mismo sentir, pero debido a que somos seres distintos, de la misma forma los manifestamos de diferentes modos.

El tema de los sentimientos lo ha tomado destacados artistas como recurso inspirador a la hora de crear su obra, como en el caso del cuento El puñal en la garganta de la escritora Rosa Montero, en el que nos muestra la infinidad de sentimientos que hay en el hombre y en la mujer, en caso concreto, en una relación de pareja, mostrando tanto en el uno como en el otro, el valor que tienen los sentimientos, su expresión y la conciencia o inconciencia con la que se obra a través de los mismos.

“…decía que los hombres gustan de matar violentando los cuerpos desde fuera, mientras que las mujeres preferimos la destrucción interior, que es más sutil....”1

Entre estos sentimientos se encuentra el amor que es quizá el más bello y doloroso de los sentimientos que el hombre puede experimentar mientras peregrina por su vida, y más aún si se desenvuelve en un ambiente en donde el deseo y la pasión son los agentes que lo alimentan; No hay explicación científica o filosófica certera que muestre cómo este sentimiento después de desbordar grandes torrentes de luz, apaga su incandescencia para convertirse en otro sentimiento al que le llamamos odio, que es una sombría mancha que no irradia lo que algún día hacía su contrario, sino que éste absorbe todo del otro hasta devorarlo y sin satisfacer aun su ansia, procura hacerle el peor de los males.

Ya lo afirma el bien popularizado dicho “del odio al amor hay un paso” quizá pueda, creo yo, también entenderse en forma inversa, y llegar a pensarse que es debido a las actitudes de alguno de los dos agentes inmersos en la relación, que llegue a pasar de un estado a otro, o mejor dicho, de un sentimiento a otro.

Puedo afirmar que hemos tenido en algún momento de la vida un amor que llegó a colmar nuestras expectativas y creímos con él llegar a trascender los límites de la razón, contradiciendo al criticismo kantiano, para fundamentar una metafísica en la que podríamos establecer este sentimiento como acto que le da movimiento a todo, a pesar de no verlo sino tan sólo sentirlo. Pero de repente aquello que creímos bello, se derrumbó llevándonos a un completo escepticismo sobre aquel sentimiento hasta el punto de transformarlo en rabia, rencor y hasta odio.

Estos sentimientos pueden llegar a manifestarse de diversas formas, como por ejemplo el amante que le muestra a su amado el amor que le tienen mediante rosas, dulces, cartas, besos y hasta canciones; de igual manera a aquel que odia respecto del que es odiado le puede manifestar su odio mediante golpes, insultos, etc. Así pues podría creer que la vida sentimental del hombre se mueve en dos esferas, amor y odio, y éstas contienen un conglomerado de sentimientos, buenos y malos respectivamente que están en constante movimiento. Estas esferas se intersectan haciendo de esta intersección la casa del hombre; y de ellas podría decir al igual que Empédocles, que mueven al hombre, al mundo, y quizá hasta al universo.

1 Montero, Rosa. El puñal en la garganta, Alfaguara 1998, Pág. 112

Germán Augusto Urrego Beltrán
2009238059

1 comentario:

  1. En general hay un buen análisis, en combinación con un tema interesante. En algunos párrafos se presenta redundancia y es necesario, también, revisar la puntuación.

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