"Lo más duro no es perderte sino darme cuenta de que nunca te tuve"
Anónimo
A lo largo de la vida todas las personas se enfrentan con situaciones que dejan huellas en sus mentes y corazones especialmente en temas relacionados con los espejismos amorosos, los besos, los amigos, los triunfos y la soledad. Cada una de estas circunstancias hacen que cada ser asuma una u otra posición, de manera que a medida que pasan los años es más difícil enfrentarse a ellas.
En el cuento, Ana, la protagonista, una importante y destacada chef guiada por su soledad decidió que debía prescindir del amor para poder vivir, pero justo cuando estaba segura de hacerlo, inesperadamente conoció a Ruggiero, un periodista italiano, vecino suyo, que en oposición tenía una linda familia con tres retoños y cuya condición no era impedimento para entablar una amistosa conversación.
Así empiezan ,generalmente, las historias de amor, que acompañadas de coincidencias, miradas, mensajes y comunicaciones vía mail se desarrollan y generan grandes relaciones , y como no todo puede ser color rosa, éstos últimos, los e- mails pueden prestarse también para acabar con algo que aún no comienza. Ésta herramienta tecnológica deja en evidencia como mientras de un lado de la pantalla del ordenador escribe un alma enamorada del otro lado la realidad puede cambiar y ser totalmente contraria y acarrear efectos fatales.
Por amor, hombres y mujeres llegan a hacer cosa impensables, por el ser que creen es el amor de sus vidas o simplemente su nueva oportunidad para ser felices, sin importar si tienen que esperar bajo la lluvia a que aparezca, soportar las condiciones inclementes del clima e incluso inventar miles de excusas para justificar su ausencia como: “estará ocupado, tendrá mucho trabajo, es tímido, no puede expresarse bien, teme herirme…”[1]
Todos los aspectos antes mencionados además de la pasión que cada uno pone en las relaciones es lo que ha de determinar el resultado, no obstante el desenlace no siempre es tan satisfactorio y maravilloso como debería, las penas amorosas atacan de nuevo al corazón, lo destrozan y lo dejan tan solitario y triste como antes, es como ver a “las felices e inalcanzables parejas de los otros”[2] entregando sus sentimientos mutuamente, mientras que uno llora en silencio a causa de su melancólica realidad, taciturnos por lo que acontece y sin querer siquiera saber más de éste enmarañado sentimiento.
Después de todo no resta más sino aceptar que ese ser amado está feliz con otra persona y que como bien dijo Ana al final de su cuento “…lo siento mucho, Ruggiero, pero ya ves, tengo amigos de sobra y ni necesito ni me interesa entablar una amistad con nadie más…”. Es mejor en ocasiones alejarse de esas personas que no le hacen a uno ningún bien y seguir adelante con su vida dignamente.
Aunque el amor no puede desvanecerse de la noche a la mañana cuando la decepción llega es momento de dejar fluir las cosas y despedirse orgullosamente de lo que nunca llegó a ser “… las respuestas empiezan a llenar tus silencios. Las llamas de mi pasión, se han quedado enredadas en tus letras llorando lágrimas con ráfagas de soledad. Mis letras no se atreverán a decirte te quiero entre líneas, nunca más. Ahora miraré hacia otro lado, mientras tú, nunca sabrás lo que te he entregado.”[3]
También es importante hacer mención de cuál es el concepto del amor, motivo que nos condujo a realizar este escrito, puede ser tan diverso y complejo que va desde el punto vista científico que lo ve como una reacción química hasta la parte afectiva que lo determina como un sentimiento que se relaciona con el apego y las emociones[4] pero siempre va a poder considerarse que los amigos y el amor no pueden ir de la mano.
Al final sólo un momento de lucidez permite darse cuenta de que no vale la pena vivir luchando por una causa que está perdida desde el inicio ni engañarse a si mismo, y que las quimeras[5] en el largo camino de la vida son más frecuentes de lo que cualquiera pudiera imaginar.
KELLY ESTEFANÍA CAMACHO CORTÉS
Felicitaciones, muy buena estructura, análisis y redacción.
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